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Cultivos en Riesgo: Cómo el Cambio Climático Afecta Nuestros Sabores Favoritos

A medida que los efectos del cambio climático continúan manifestándose, representan una amenaza significativa para la agricultura mundial. Los cultivos de los que dependemos cada día son cada vez más vulnerables. Desde los granos de café hasta el arroz, el cambio climático está transformando la forma y los lugares en que se cultivan estos productos básicos. Los patrones climáticos impredecibles y los ecosistemas en transformación nos obligan a replantearnos las prácticas agrícolas tradicionales.

En este Día Mundial de la Alimentación, es fundamental reconocer que el cambio climático no es solo un desafío del futuro, sino una preocupación urgente del presente. Pongamos el foco en el posible impacto del cambio climático sobre cinco de los cultivos más consumidos del mundo: café, cacao, maíz, patata y arroz. Escuchemos directamente a los agrónomos de Netafim en distintas partes del mundo, quienes comparten valiosos conocimientos sobre soluciones innovadoras que pueden ayudar a los agricultores a adaptarse a los retos climáticos y proteger nuestros sistemas alimentarios.

¿Estará en riesgo nuestra taza de café matutina para 2035?

Una taza caliente de café es la forma en que muchos de nosotros empezamos el día, pero el cambio climático está amenazando este reconfortante ritual. El café se cultiva principalmente en regiones tropicales, siendo Brasil el líder mundial con una producción que abarca 10,3 millones de hectáreas.

Según un informe del Climate Institute, se espera que el aumento de las temperaturas y los patrones irregulares de lluvia reduzcan a la mitad los rendimientos del café para 2050.
La idoneidad de las tierras también está disminuyendo. Se prevé que el cambio climático reduzca en hasta un 50% la superficie mundial apta para el cultivo de café de aquí a 2050. A medida que las zonas de cultivo se desplazan hacia altitudes más altas, los ecosistemas sufren una mayor presión, lo que aumenta el riesgo de deforestación y pérdida de biodiversidad.

¿Podemos cultivar café de forma sostenible?

Cuong Doan, agrónomo de Netafim en Vietnam, sabe que sí podemos.
“Vietnam, uno de los mayores productores de café del mundo, con 600.000 hectáreas dedicadas a este cultivo, está sufriendo graves impactos por las sequías prolongadas y los cambios en los ciclos climáticos, que están reduciendo la productividad y la calidad del café. Para hacer frente a esta situación, aplicamos riego por goteo, lo que permite a los agricultores cultivar café sin depender del clima. Este método no solo ahorra agua, fertilizantes y mano de obra, sino que también mejora el rendimiento y la calidad del café gracias a una irrigación precisa.”

"Aplicamos riego por goteo, lo que permite a los agricultores cultivar café sin depender del clima. Este método no solo conserva agua, fertilizantes y mano de obra, sino que también aumenta el rendimiento y la calidad del café mediante una irrigación precisa."

Cuong Doan
Agrónomo de Netafim en Vietnam

Con el riego por goteo, podemos ayudar a proteger el café, los medios de vida de millones de agricultores en todo el mundo y… nuestro ritual diario.

Descubre más.

Maíz: ¿seguiremos disfrutando de las palomitas en 2080?

El maíz se cultiva en aproximadamente 197 millones de hectáreas en todo el mundo, siendo Estados Unidos el mayor productor. Este cultivo tan versátil es fundamental tanto para la producción de alimentos como de biocombustibles, lo que plantea no solo oportunidades económicas, sino también retos para equilibrar la seguridad alimentaria con la demanda industrial.

Los patrones climáticos impredecibles provocados por el cambio climático están afectando gravemente los rendimientos globales del maíz. Investigaciones recientes predicen que el rendimiento del maíz podría disminuir un 31% en la década de 2050 y hasta un 55% en la de 2080. Okan Basaran, Director de Ventas de Netafim Turquía, destaca los desafíos en el país:
“El maíz es el tercer cultivo más importante de Turquía, después del trigo y la cebada, y resulta esencial tanto para la producción de alimentos como para la alimentación del ganado. Sin embargo, la sequía y el calor extremo han reducido las fuentes de agua, incluidos los embalses y los pozos, debilitando aún más la salud de los cultivos y provocando importantes pérdidas de rendimiento durante etapas críticas de crecimiento, como el espigado.”

"La sequía y el calor extremo han reducido las fuentes de agua."

Okan Basaran, Director de ventas de Netafim Turkey

¿Podemos cultivar maíz de forma sostenible?

El riego por goteo ofrece una solución sostenible, optimizando el uso del agua y aumentando la productividad de los cultivos. Al suministrar agua y nutrientes directamente a las raíces, este método mejora la eficiencia hídrica y los rendimientos. En Turquía, los rendimientos de maíz en 2023 con riego por goteo oscilaron entre 1.400 y 1.700 kg por decárea, frente a los 1.000–1.200 kg por decárea obtenidos con riego tradicional.

Arroz: ¿se reducirá nuestro cuenco de arroz para 2050?

El arroz es el alimento básico de más de 3.500 millones de personas, especialmente en Asia, donde aporta hasta el 80% de su ingesta energética diaria. A nivel mundial, el arroz se cultiva en más de 167 millones de hectáreas y consume entre el 34% y el 43% del agua de riego del planeta. Y otro dato preocupante… los arrozales son responsables de entre el 10% y el 15% de las emisiones globales de metano.

La producción está cada vez más amenazada por el cambio climático: los fenómenos meteorológicos extremos, las sequías y la degradación del suelo están afectando gravemente a los rendimientos. En 2023, Italia —que produce el 50% del arroz de la UE y muchas variedades de risotto— afrontó su segundo año consecutivo de sequía, lo que augura una importante caída en la producción. Mientras tanto, los precios en Asia alcanzaron su nivel más alto en dos años debido al tiempo seco, e India detuvo las exportaciones de ciertas variedades de arroz tras las intensas lluvias monzónicas que dañaron las cosechas. En Estados Unidos, la región arrocera de California perdió 5.300 empleos y 703 millones de dólares en actividad económica en 2022, cuando la sequía redujo a la mitad la producción de arroz.

Y aquí viene la parte que podría afectar a nuestro plato de arroz: la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha estimado que la producción de arroz debe aumentar un 40% para finales de la década de 2030 para satisfacer la creciente demanda de una población en constante aumento. Sin embargo, el incremento de las temperaturas podría reducir los rendimientos globales del arroz entre un 3,4% y un 10,9% para finales de siglo.
Houston, tenemos un problema.

¿Podemos cultivar arroz de forma sostenible?

R. Sabarinathan, agrónomo global de arroz en Netafim, cree que sí.

"El riego de precisión ofrece el único camino sostenible hacia el futuro, ayudando a los arroceros a adaptarse a la escasez de agua mientras reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Con un riego inteligente, los agricultores pueden aumentar la productividad, cultivar más cosechas al año y proteger la salud del suelo, proporcionando una solución vital en un clima cambiante."

R Sabarinathan
Agrónomo especializado en arroz de Netafim Global

Cacao: ¿solo comeremos chocolate en los cumpleaños en 2048?

El cacao se cultiva principalmente en África Occidental, siendo Costa de Marfil y Ghana los principales productores, con unas 10,2 millones de hectáreas a nivel mundial. Este cultivo es esencial para el sustento de millones de pequeños agricultores y para las economías de los países exportadores de cacao.

Los productores de cacao se enfrentan a crecientes desafíos a causa del cambio climático, como los patrones meteorológicos impredecibles y el aumento de las temperaturas. Los cambios en las precipitaciones y la desertificación del suelo afectan tanto los niveles de producción como la calidad de los cultivos. Para mitigar estos efectos, los agricultores han desarrollado variedades más resistentes, las cultivan mediante sistemas agroforestales y aplican soluciones de riego para nutrir sus plantaciones.

Los precios del cacao han aumentado un 90% desde principios de 2024, después de que el tiempo seco asociado al fenómeno de El Niño afectara gravemente las cosechas en África Occidental, duplicando el coste del cacao desde principios de 2023. En países como Ghana y Costa de Marfil, este clima extremo amenaza los rendimientos y aumenta la preocupación sobre la producción futura.

Benito Muñoz, Director Regional de Ventas en Netafim Ecuador, comenta:
En Ecuador, las condiciones climáticas favorables y las variedades híbridas de cacao han ayudado al país a convertirse en el tercer mayor exportador de cacao del mundo. Sin embargo, el cambio climático sigue siendo un problema importante, ya que solo el 22% de la superficie cacaotera del país cuenta con riego. Las áreas restantes dependen exclusivamente de la lluvia, lo que las hace vulnerables a los cambios en los patrones climáticos.

"Solo el 22% de la superficie cacaotera de Ecuador cuenta con riego."

Benito Munoz, Gerente regional de ventas en Netafim Ecuador

¿Podemos cultivar cacao de forma sostenible?

El cultivo sostenible del cacao requiere soluciones innovadoras, como la nutrigación, la combinación de riego y suministro de nutrientes. Netafim ha demostrado que, mediante la nutrigación, los rendimientos del cacao pueden aumentar de 0,68 a 2,04 toneladas por hectárea, ofreciendo así un camino hacia un cultivo de cacao más sostenible y rentable, incluso frente a los efectos del cambio climático.

Potatoes: will our fries face a climate crisis?

Las patatas se cultivan en todo el mundo, con una producción destacada en China, India, Estados Unidos, parte de Europa, Rusia y Ucrania, abarcando unas 17,8 millones de hectáreas de tierras agrícolas. Este alimento versátil y apreciado es fundamental, ya que produce más calorías por hectárea que cualquier otro alimento básico.

El cambio climático está provocando tanto sequías como inundaciones, afectando gravemente los rendimientos de la patata. Los días más cálidos y secos, junto con largos intervalos entre episodios de lluvia, reducen la disponibilidad de agua, lo que dificulta a los agricultores mantener los rendimientos actuales. Sin embargo, el clima extremo también puede generar el problema contrario. En 2023, las lluvias intensas en Bélgica, Francia y el Reino Unido anegaron los campos de patatas, retrasando las cosechas y provocando pérdidas. En noviembre, alrededor del 15% de los cultivos de patata en los Países Bajos y Bélgica quedaron sin recolectar debido a las condiciones húmedas, lo que llevó a un aumento del 23% en el precio de la patata en Europa.

¿Podemos cultivar patatas de forma sostenible?

Yechiam Getz, agrónomo jefe de EMEA, explica que “ante la creciente demanda de patatas, el riego de precisión se está convirtiendo en algo esencial, ayudando a los agricultores a mantener los rendimientos, mejorar la eficiencia del uso del agua y garantizar un suministro estable frente al cambio climático.”

"Precision irrigation is becoming essential, helping farmers maintain yields, improve water efficiency, and ensure a stable supply in the face of climate change."

Yechiam Getz
EMEA’s Head Agronomist

Los principales países productores de patata, como Francia, el Reino Unido y los Países Bajos, ya han recurrido al riego de precisión para hacer frente a estos desafíos, aumentando los rendimientos mediante sistemas de riego por goteo y fertirrigación.

Securing Tomorrow’s Harvest in a Changing World

El cambio climático representa una amenaza creciente para los cultivos de los que dependemos a diario. Desde el café hasta el arroz, las patatas, el maíz y el cacao, los efectos del aumento de las temperaturas, los fenómenos meteorológicos impredecibles y los cambios en los ecosistemas están dificultando mantener rendimientos estables. Sin embargo, hay esperanza. Los agrónomos de Netafim en todo el mundo están impulsando soluciones innovadoras como el riego por goteo y la nutrigación para ayudar a los agricultores a adaptarse, aumentar la productividad y mitigar los riesgos del cambio climático. A medida que avanzamos, es fundamental reconocer que fortalecer la resiliencia de nuestros sistemas agrícolas es clave para garantizar el futuro de nuestro suministro alimentario.