En el sector agrícola, las hortalizas de alto valor representan una gran oportunidad para los agricultores que apuestan por producciones de calidad y alta rentabilidad. Se trata de cultivos como lechugas, tomates, pimientos, calabacines, albahaca y muchos otros, que responden a una demanda de mercado en constante crecimiento.
A medida que los efectos del cambio climático siguen manifestándose, representan una amenaza significativa para la agricultura mundial. Los cultivos de los que dependemos a diario, aquellos que nos alimentan y sostienen nuestras economías, se están volviendo cada vez más vulnerables. Desde los granos de café que nos despiertan por la mañana hasta el arroz que alimenta a miles de millones de personas en todo el mundo, el cambio climático está transformando cómo y dónde se cultivan estos alimentos básicos. El aumento de las temperaturas, los patrones climáticos irregulares y los ecosistemas cambiantes nos obligan a replantear las prácticas agrícolas tradicionales.